Hace cosa de medio año empecé a recibir mensajes de una tal Vilma H. No conozco a nadie con ese nombre, por lo que me extrañó que, como mínimo, una vez al día me enviara powerpoints de gatitos, historias con moraleja y fotos de bellos paisajes. Simplemente la ignoré.
Un mes después me mandó otro mail. No era ningún mail en cadena. Simplemente decía “Telma, no contestas a mis mail. Espero que estés bien. Dios te bendiga“. Rápidamente me toqué la entrepierna. Comprobé que tengo rabo (me costó encontrarlo, pero ahí estaba) y me aseguré de que, dado que tengo pene, no puedo ser una mujer llamada Telma. Entendí de que se trataba de un error, y así se lo hice saber a mi cada vez más amiga Vilma: “¡Hola, Vilma! Siento decirte que, aunque tenemos el mismo apellido, Telma no soy yo. Debe tratarse de un error“.
Pero Vilma hizo oídos sordos y siguió bombardeando con powerpoints de bebés riendo. Cada equis días, yo le decía que no era Telma y que parase de enviarme mails. Y no sólo eso: una de sus amigas, María, también se añadió al envío masivo de mierdas, pensando que yo era Telma.
Hasta la semana pasada, que me envió este mail:
Hija que dios te bendiga, hoy y siempre que tengas un hermoso día lleno de bendiciones y sobre todo mucho amor.
Saludos cordiales,
Salmo 121
1 Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.
2 Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
3 no dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra a tu mano derecha
6 El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal: el guardará tu alma
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Harto ya de tanta mierda, le respondí, con copia a todas las personas a las que también enviaba este mail, el siguiente correo:
Mi confianza está en que Jehová se infecte con Sida.
Bendiciones a ustedes también.
Obviamente, al poco ya me habían contestado. La primera fue Norma, amiga de Vilma y María, y supongo que también de Telma.
Estimado señor cap0 (en el original ponía mi nombre, claro)
Considero que no es la manera de indicar que no le envíen correos, ante todo el respeto y la educación, usted no conoce a la persona que se los envía y no merece que usted sea tan grosero y mal educado, principalmente que lo envió a todos sus contactos, y uno no tiene porque recibir correo como este, si no sabe expresarse mejor no tenga correo electrónico.
Dios lo bendiga.
A lo que yo respondí:
Estimada señora Norma:
Debo darle la razón en una cosa: no conozco a la persona que me envía los mails, ni al tal Jehová. Es de esto, precisamente, de lo que me quejo. Yo no sé qué tipo de relación mantiene usted con la señora Vilma, pero a juzgar por el hecho de que no le molesta que le bombardee el mail con mierda, y a juzgar por sus insistentes referencias a Dios, deduzco que mantienen una relación lésbica, y esperan que mandando Salmos de Jehová y de su puta madre, esperan encontrar el perdón eterno por el hecho de que usted y Vilma disfrutan restregándose el coño.
Retiro mi deseo de que Jehová se contagie de Sida y se lo traslado a usted.
Muaks.
Y entonces, Sandra, que hasta ahora no había dicho nada, también quiso entrar en la conversación:
señor cap0, yo no le conozco no està dentrro de mis amistades y nunca le he enviado ningún mensaje, reservese sus palabras para quien se los manda y respete.
Y esta fue mi respuesta:
Señora Sandra,
tiene usted razón. Lamento profundamente haberle enviado este mail. Deduzco, pues, que hay cierto tipo de correos innecesarios que le causan molestia. Así, me he tomado la libertad de enviarle el siguiente correo a Vilma, tanto en su nombre como en el mío.
“Estimada señora Vilma,
he estado charlando con Sandra y hemos coincidido en que es usted más molesta que un dolor de huevos, con lo que le invitamos a irse a la mierda, agarridita de la mano con Yahvé y su puta madre.
Atentamente,
Sandra y cap0″.
Hace escasos minutos, he recibido otro mail de María, esta vez:
SEÑOR NO LO CONOZCO NI DESEO CONOCERLO SOY ABOGADA Y NOTARIA Y ME PREOCUPA HABERME EQUIVOCADO AL ESCRIBIRLE,LE RUEGO NO ESTAR ENVIANDO CORREOS VULGARES Y ABUSIVOS, LO VOY A BORRAR DE MIS CONTACTOS POR UN ERROR ESCRIBI MAL ESA DIRECCION DE LA ABOGADA TELMA XXX.
QUE DIOS LO BENDIGA , LO PERDONE Y SE APIADE DE USTED Y QUE CUANDO USTED ENTREGUE CUENTAS CON EL CREADOR NO LO MANDE AL INFIERNO.
ADIOS
La cosa podría haber acabado aquí. Pero yo ya he cogido cariño a Vilma, María y las chicas. Así que le he contestado:
Señora,
casi me asfixio al leer su correo. ¿Le han hablado de los signos de
puntuación? Son muy útiles. Ayudan a separar oraciones y evitar
embolias innecesarias. Tome, le regalo unos cuantos: . . . . , , , , ,
; ; ; ; ; ; Totalmente gratis. Imagino que como abogada no le debe ir
muy bien, ya que no puede permitirse el lujo de tener signos de
puntuación. Espero que el día del juicio final no le toque representar
a nadie.
Estoy dispuesto a olvidar este pequeño malentendido si me envía fotos
suyas (o de Telma) en bañador.
Muchas gracias.
Y María ha contestado:
NO ESTOY ACOSTUMBRADA A TRATAR CON TIPOS COMO USTED GUARDESE SUS COMENTARIOS Y OLVIDESE DE NOSOTRAS, USTED NO ESTA A NUESTRA ALTURA ME IMAGINO QUE NO ESTUDIO NI LA PRIMARIA.
Y yo:
Visto lo visto, no debí estudiar la misma primaria que usted. ¿Le
enseñaron en la suya el significado de “letras minúsculas”?
Igual se trata de algo cultural, y en su país no existe tal concepto
ortográfico, porque yo conozco a varios notarios y abogados, y todos
ellos han oído hablar alguna vez de las “letras minúsculas” y de los
signos de puntuación.
Pero no se preocupe. Si tiene acceso a Internet (creo que en su país
le llamáis ‘pantallitas mágicas de Dios’) podrá acceder a alguna
enciclopedia online y comprobar que no se trata de una leyenda urbana.
Las “letras minúsculas” existen.
El tema de las fotos en bañador, ¿cómo está?
Y así está el tema. De momento no han contestado. Pero prometo manteneros informado.
