Más gas o menos gas

Como saben mis lectores habituales tengo cierto gusto por temas que, a priori, nadie debería suponerme; uno de ellos es el tema de la energía, la eficiencia, las renovables y demás fauna. Por ello la propuesta del Gobierno de bajar el límite máximo de velocidad en autopistas y autovías me ha llamado la atención y me he dedicado a informarme a fondo; para ello he utilizado algunos enlaces que propongo a mis lectores:

• Preguntas sobre los 110 km/h cuya respuesta no me ha quedado clara, de Rincewind
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• Breve nota sobre los 110 km/h, de Malaprensa
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• A favor de los 110 km/h, de Escolar
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• ¡Necesito … velocidad!, de Arturo Quirantes (un Amazing)

Con estos enlaces en mano me siento cualificado (mi ego me dice que siempre lo estoy) para dar una opinión: la medida representa un ahorro nimio (entre un 2,9% y un 4%) y va a tener poco o ningún efecto en el ahorro de combustible; vaya, que es otra estupidez de los señores del PSOE.

Y como no quiero que se me acuse de no proponer alternativas aquí van algunas: promocionar el uso de hidrógeno obtenido de fuentes limpias (esos molinos eólicos que están parados por falta de demanda) en calefacciones; obligar al correcto aislamiento, en especial a instalar dobles ventanas, a todo piso que se quiera poner en venta, mejorando así su eficiencia energética; incentivar la compra de vehículos híbridos tipo Toyota Prius por medio de rebajas en el IVA...

Esto es lo que se me ha ocurrido así, a bote pronto ¿Quizá mis doctos lectores se les ocurre alguna más?

Actualización: otro enlace interesante: ¿Cúanto se ahorra con los 110 km/h?, de Escolar; nos explica que la medida no es para ahorrar gasolina, si no para reducir el gasto en la misma; eso sin embargo nos remite a otro tema totalmente diferente: la balanza comercial del estado español, que está desequilibrada; nuestros flamantes políticos creen como si fuera un dogma de fe que construyendo casas, exportando tomates y llenado playas se debe compensar la enorme pesa en la balanza comercial que suponen las materias primas, las manufacturas que vienen de China y Alemania, las fuentes de energía (petroleo y gas principalmente)...

Señores políticos: España necesita más industria. Háganse a la idea y déjense de experimentos circulatorios.