jueves, 14 de octubre de 2010

Ira minera

Acabo de terminar de comer y estoy lleno de fuego divino y de ansias de destrucción; os podré en contexto: el momento de la comida es para mí un espacio de comunión con el mundo, en el que salgo de mi cuarto y me trago un telediario completo, como el buen ciudadano malinformado (que no desinformado) que se supone que tengo que ser.

Bien. Pues hoy no he podido desinformarme inadecuadamente ya que en lugar de mi informativo habital (el de TVE 1) habían puesto una nueva serie que combina tres de los temas que más odio: religión, un reality show y nacionalismo; vaya, que para comprar un kalasnikov y dirigirme a un supermercado me ha faltado únicamente algo de deporte.

Y es que los señores de TVE1 se han dedicado a contarme como unos tipos enterrados desde hace 30 días han conseguido salir de una puñetera vez; no no voy hablar de todos los exabrutos religiosos que han proferido los mineros, las autoridades y las diferentes religiones: eso ya lo ha hecho Rincewind; tampoco voy a hablaros de lo horrible que me parece esa garrapata chupacámaras que tiene por presidente en Chile, ese megamillonario que ha visto una bueno oportunidad de publicidad gratis: eso ya lo ha hecho Escolar. Podría, hablar de lo repugnante que me parecen las banderitas y los cánticos nacionales, pero eso ya lo ha hecho Monty, en el comentario número 21 de la entrada de Rincewind (aunque en esto podría añadir mucho, mucho de cosecha propia).

No. Estoy acostumbrado a los zelotes fanáticos, a la manipulación de los ricos y a la estupidez de las naciones. 

Lo que me jode es que me lo presenten como información.

En una cadena pública.

Pagada con mis impuestos.
Seamos serios. ¿qué me importan a mí 30 y pico personas encerradas bajo tierra? Entiéndaseme bien: me alegro de que hayan salido; pero... ¿por que debería importarme? ¿En qué me afecta? Como en el caso de Madeleine McCann es un asunto que me resulta completamente indiferente, más allá de la sana empatía que me dice que no es bueno que la gente muera así por que sí. ¿Hace que suba el precio de mis alimentos? No. ¿Disminuye el porcentaje de parados? No. ¿ me va a dar trabajo? No.

¿Debería importarme? No.


En fin. Basta con coger cualquier periódico para darse cuenta de que tras la primer plana de minero sonrientes, cargados de banderitas e iconos religiosos y con su acompañamiento de presidente hay noticias de verdad, noticias importantes, que nos deberían importar. Por que de la televisión que yo pago espero que me informe, no que me entretenga. Por eso estoy tan cabreado hoy: por que a los teleespectadores se les ocupa el poco tiempo que tienen para informarse con noticias más propias del 20 minutos o de El mundo today.

(Genial Manel, como siempre)

Bueno, prosigo con mi comida con la esperanza de que se me baje la acidez de estómago. Oh, wait... la segunda parte del "telediario" es sólo fútbol.

¿Alguien sabe si en Ebay venden armas pesadas?

1 balbuceos maníacos:

AJotAtxe dijo...

Cuando una noticia -admítase tal nombre como una ironía- está destinada a tocar el corazón de la gente, triunfa.
Pero si a alguien no le toca el corazón, le toca los cojones.

 


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