Es cosa bien sabida que a los empresarios les interesa vendernos cuanto más productos mejor; para ello emplean tres técnicas fundamentales: el crédito, la publicidad y la obsolescencia programada; es decir, que nuestros aparatos queden desfasados cuanto antes mejor. Esto es especialmente evidente en gadgets informáticos y electrónicos, así como en ropa y productos de ingeniería. Por ello, y para que ustudes sepan el mundo en el que viven les recomiendo...
Siempre me he preguntado por qué no hay una empresa que se aprovecha de que las demás fabrican basura con fecha de caducidad para fabricar productos de calidad y publicitarlos como mejores; la respuesta, cándido de mí, es sencilla: las presión de las multinacionales es demasiado fuerte. ¿No os dan ganas de empezar a montar molotovs?
P.D: no, no lo he visto en Amazings: como ya dije he estado sin Internet, por lo que he visto cierta cantidad de tele.
1 balbuceos maníacos:
El vídeo cuenta lo que todos sospechábamos, pero es meritorio (y raro) que esto se pueda ver en la televisión. Resulta curiosamente innovador que un medio masivo emita un documental que incite a añorar a los viejos tiempos de la RDA, pese a todos sus fallos. Parece como si la caída del muro la quisieran poner como algo triste.
Y hasta aquí, o más exactamente, hasta las escalofriantes imágenes del vertedero de Ghana, todo muy bien.
A partir del minuto 41 llega el antídoto. Por si acaso el televidente piensa en enfadarse y hacer algo, se exaltan los ímprobos esfuerzos de unos cuantos activistas, mientras de fondo se oye música de final feliz.
"Pues bien", dirá el ciudadano, "ya que esta gente se encarga de mi 'viejo' móvil de 15 meses, yo puedo seguir comprando como loco cosas que no necesito, o reponiendo lo que se ha roto [a sí mismo]".
Pero esa gente, con toda su buena intención, es tan efectiva como un tirachinas contra un Leopard.
La mafia que nos dirige ni siquiera se molesta en quitarla de en medio.
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